Dilemas vitales.
¿Hago esto o lo otro? ¿Me agarro o suelto? ¿Persevero o acepto? ¿Tú o yo?.
Me he visto estos días en una situación en la que he vivido un dilema de esta naturaleza, y buscar el equilibrio entre una posición y la otra me ha hecho pensar mucho. Y recordar el concepto definido en 2006 por Jonathan Lear en su libro “radical hope”.
Observando lo que acabo de vivir me doy cuenta de que había un poco de cada una de las preguntas planteadas dos párrafos arriba. Quizá sea frecuente que se mezclen una acción u otra, agarrar o soltar, perseverar o aceptar, tú o yo. ( Del mismo modo que se mezclan sentimientos en cada minuto del día…¡cómo me interesa descifrarlos!)
Frente a cualquier situación en la que surge el dilema, hay un elemento que me parece interesante traer. Esa confianza en la vida a la que se refiere Lear en “radical hope”. Ese lugar en el que uno, aunque no sepa exactamente cómo, y aunque haya visto que el suelo desaparece bajo sus pies, es capaz de sostenerse, quizá en precario equilibrio, pero sostenerse al fin, buscando pie en la esperanza radical. No sé como pero sabré hacerlo. Seré capaz de superar esto. Me suena parecido a la resiliencia en cierto modo. Y me acuerdo ahora de otra cita que no logro casar con su autor (disculpa, querido). “Mis mejores ideas, me las robaron los antiguos”.
Todo esta colección de ideas, que trato de hilvanar para escribir algo con sentido, sólo tiene el propósito de compartir esta certeza que me invade hoy. Todo es condición humana… tan estudiada por los antiguos. Y en realidad tenemos las respuestas. La cuestión está en verlas. Creatividad, probar por aquí y allá, equivocarse y perseverar.
Escribo este texto desde una cafetería. Hace un sol radiante y llueve. Quizá esto quiera decirme algo.
María